Oenostesias Música y vino
¿A qué sabe el rock? ¿A qué huele el pop? ¿Cómo suena un tinto con crianza?
Oenostesias Música y vino despertando los sentidos.
Imagen superior Jo Burzynska. Fuente: cultureatwork.com
Seguramente si te digo Oenostesias no tengas idea de que estamos hablando. Y es que es un concepto relativamente moderno. El término lo acuñó por primera vez la enóloga y música neozelandesa Jo Burzynska.
Básicamente, oenostesia puede definirse como una sinestesia (sensación secundaria o asociada que se produce en una parte del cuerpo a consecuencia de un estímulo aplicado en otra) entre música y vino. Este tipo de sinestesia hace referencia a la forma en la que interactúan ambos (vino y música) en el cómputo global sensorial de un individuo. Las sensaciones que provocan en conjunto y la armonía que éste tiene.
Ejemplo de sinestesia. Las notas evocan colores.
La utilización de la música como conductor de sensaciones no es algo nuevo. En marketing se estudia la influencia que ésta tiene en la toma de decisiones de un consumidor y su sugestión en términos generales.
A la hora de entender esta relación hemos de trasladar conceptos sensoriales a la música que no corresponden con el sentido auditivo. Así por ejemplo, cuando hablamos de que un tema musical es fresco, ácido, o amargo, estamos utilizando terminología relacionada con la sapidez para definir un conjunto de sonidos armónicos (no en todos los casos…)
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Heriot Watt, en Escocia, puso sobre la mesa el manifiesto influjo que la música puede tener a la hora de percibir los aromas y sabores de un vino. Un ejemplo claro es el vibrato de una obra barroca, que aumentará de forma considerable la sensación burbujeante de un espumoso en la boca debido a sus notas rápidas y vertiginosas.
Dentro de este mundo de maridajes sonoros, podemos encontrarnos al igual que en el ámbito meramente gastronómico con alianzas difíciles y complejas. Por ello a continuación os dejo una relación de las oenostesias que en mi opinión son más evidentes en cuanto a su armonía sensorial y más sencillas de poner en práctica.
¡¡¡Ya sabes qué música poner en función de lo que beban tus invitados o clientes!!!
